El pensamiento tendencioso argentino es uno de los males que rodean y encierran a nuestra sociedad, truncando lo que podría ser un cambio y mejora desde adentro, desde el pensamiento.
Las frases más comunes a este letargo van desde: "si todos lo hacen"; “si todos tiran basura, ¿por qué me dicen a mi?”; “si todos roban porque robe un poquito no pasa nada”; “si no lo acepto yo, lo va aceptar otro", etc., etc. ¿Les suena?
Uno puede entender un pensamiento escéptico después que alguien trabajó y se esforzó, hizo las cosas siguiendo un ideal y lo desilusionaron, lo basurearon, le robaron. Lo que no se puede permitir es el pensamiento soberbio y para nada constructivo que afirma que porque uno ya no puede mejorar su entorno (en la realidad práctica o en su mente, porque seamos sinceros “no está muerto quien pelea”), nadie lo va a poder hacer o negarle la posibilidad a otros que lo intenten o lo hagan, dándole consejos a sus hijos tales como “no te metas”, “esto ya esta mal y no se puede cambiar”, “con el poder no se puede” … y ser parte de lo peor del sistema, alimentando sus claras deficiencias.
Se perpetúa el individualismo extremo que lleva a pensar que si me cago en el otro y estoy con el que tiene poder voy a estar bien, y en realidad, uno se termina perjudicando a sí mismo y al resto con semejantes acciones y pensamientos. Esto se debe a que esperando que otro haga las cosas bien, delegando responsabilidades continuamente en "el boludo que todavía cree y hace las cosas bien", nadie termina haciéndolo y los perjudicados somos todos o la mayoría del pueblo. Lo importante es no caer en la resignación, y para aquellos que si lo están no contaminar con esa resignación a los que sí tienen la voluntad y las ganas de hacer algo por cambiar las cosas, de pensar, de dormir un poco menos por quedarse buscando ideas en la cabeza para buscarle la vuelta, como solucionar diferentes cosas, y proponer otras tantas. Esa si es la postura que se tiene que expandir, contagiar. Otra actitud positiva por parte de los que ya perdieron las esperanzas, es darle reconocimiento a esa gente que no se rinde y darle ánimo, y no tratarlas como los "giles" que se piensan que todavía se puede hacer algo.
Empezar a valorar a los que luchan por sobre los que no luchan, no porque los que no luchen sean menos que los otros, pero si con el fin de que se sumen mas a la lucha y así dar vuelta la situación porque el fin último no es quizás lo mas valioso, sino el trayecto que se recorre para lograrlo.
Mi humilde homenaje a los que sueñan, a los que se esfuerzan aunque no vean nada claro en el horizonte, a los que se queman las neuronas a la noche buscando argumentos para no caer en la mediocridad y en la rutina, y para que cada día se siga generando ese algo nuevo y se pueda evolucionar, aprender un poquito mas y por que no, equivocarse y arrancar nuevamente siempre con una sonrisa.
Para los que dejan todo aunque no les quede nada, para ellos son estas pocas líneas que se me ocurrieron una noche cualquiera de marzo del 2009…
“Nosotros mismos debemos ser el cambio que deseamos ver en el mundo”. (Gandhi)
Guy Fawkes y Florencia Andria
"Nosotros mismos debemos ser el cambio que deseamos ver en el mundo aunque la vida no nos alcance para disfrutar de nuestra libertad"
ResponderEliminarAgustin Cicchino
muy profundo, coincido en eso de seguir intentando
ResponderEliminar